Los sagrados poderes de la procreación se deben utilizar solo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa, “la familia una proclamación para el mundo.”
La región enseña que no debemos mantener relaciones sexuales sino hasta después del matrimonio, lo que conlleva a que las personas caigan en el pecado pues al ser este un placer y no estar prohibido para la demás creación divina como lo son los animales, y si dios nos dio el impulso de sentir gusto y satisfacción por estar con otra persona por que lo prohíbe.
geemor.
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